Hoy, como en varias ocasiones, voy a aprovechar un instante de mi vida para estar sola.
¿Cuántas veces no necesitamos frenar el momento, detenernos un instante, inhalar, respirar hondo y simplemente parar lo que estábamos haciendo?
Para mí, el vivir en acelere constante me da un tipo de energía inigualable. Es padre estar activa y ocupada, pero debo de aceptar que de vez en cuando, me siento abrumada y mentalmente cansada. El acelere es un “high” pero también es un “low” que cansa.
Cuando me es posible, trato de tomarme un ratito para mí. Un tipo de “break”. Un instante de mi vida para estar sola, y a la mejor pensar y meditar.
No me refiero a “meditar” cómo se hace en las clases de yoga o de esas espirituales. Me refiero a meditar haciendo conciencia de mis sentimientos, mi sentir general y tratar de relajarme enfocándome en mis alrededores y en la paz que siento al hacer algo sin estar de prisa.
En este tiempo, un instante de mi vida para estar sola, pienso en tanto pero en realidad creo que no pienso en nada. Disfruto el momento de paz y tranquilidad. Es muy rico olvidarme del súper, lo que habrá de comer, el trabajo , el tráfico y hasta el ejercicio. Puedo de cierta manera, dejar atrás tanto ruido y movimiento mental. Dejar a un lado las cosas que me preocupan, y de cierta manera, ponerle un alto a las responsabilidades del día a día.
Un instante de mi vida para meditar y detenerme un tiempo.
Un instante de mi vida para estar sola, tiempo solo para mí.
Lo considero muy importante ya que además de servir como un descanso mental, también me sirve como una inyección de energía emocional.
Yo acostumbro a tomarme un tiempito después de una buena rutina de ejercicio. Al acabar, me siento cansada físicamente así que no hay nada mas agradable como ir a algún parque, y/o jardín y sentarme con una rica taza de café. Me encanta estar al aire libre, que me de el solecito y relajarme en un ambiente de paz, o por lo menos no de acelere ni claxonazos.
Cuando me es posible, llevo conmigo mi iPad. De esta manera, puedo leer, ver alguna serie, escribir entradas para mi blog y hasta tomar fotos. Obviamente, la llevo bien protegida con una funda cómoda. ¡No pesa nada! Protege mi iPad de rallones o manchas. La parte de adentro de la funda tiene un tipo gamuza que no ralla la pantalla. Además, el material y su textura ayuda a que no se me resbale mi iPad tan fácil. Lo más padre es que tiene varias posiciones al abrirla, así que puedo ponerlo en una mesa sin tener que sostenerla ni recargarla en un vaso ya que esta se puede acomodar parada, de lado y en varios ángulos de inclinación.
Y como varios de estos días que ya los volví parte de mi rutina, me tomó un un instante de mi vida para estar sola. Me acabo mi café, finalizo de leer varios capítulos de un libro que tengo guardado en mi iPad y listo, me siento como nueva.
Fueron solo unas cuantas horitas de mi día que me tome para relajarme, para pensar en mucho y en nada… para descansar mentalmente y disfrutar mi alrededor sin presiones. No platico con nadie, solo observo que pasa por ahí. En verdad disfruto el silencio y el estar sola un rato. Es mi tiempo, un instante de mi vida
Pero hoy me doy cuenta de algo importante, algo que por primera vez me vino a la mente en estos momentos de reflexión… Según yo, me tomó un instante de mi vida para estar sola, pero, pensándolo bien… ¿no será mas bien, que este tiempo, un instante de mi vida para estar sola, no es mas bien un tiempo en el que estoy muy bien acompañada por mi misma persona?
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Tu eres tu mejor compañia!