Veo a mi alrededor y me doy cuenta de que ¡Hoy estamos viviendo el futuro en nuestro presente!
¿Será que el mundo que veíamos en la televisión como “Perdidos en el Espacio y “Los Supersónicos” ya no es algo ficticio que solo ocurría de 4:00 pm a 5:00 pm en el canal 5?
¿Será que todo eso es hoy una realidad?
Me pregunto, ¿Hoy estamos viviendo el futuro en nuestro presente?
No sé si recuerdan cuando escuchábamos discos que además de música, narraban fábulas y cuentos. Leíamos libros, escribíamos con nuestros lápices “mirado #2” en cuadernos rayados, las matemáticas las hacíamos contando con nuestros dedos o a veces con el famoso ábaco. Coloreábamos con nuestros lápices de colores prismacolor.
Con el pasar de los años, los tocadiscos desaparecieron para ser reemplazados por los famosos casetes, grabadoras y más adelante CD´s y walkmans. Pero ahora que estamos viviendo el futuro en nuestro presente, la música se escucha con audífonos inalámbricos y se “baja” de internet.
Los cuadernos ya son algo raro, así como el contar con nuestros deditos para sumar, restar y multiplicar. Los discos, casetes y de más son ahora valiosas reliquias y el escribir es totalmente innecesario ya que tenemos el teclado de las computadoras y celulares. En vez de preocuparnos por la pasta de nuestro cuaderno con dibujos padres, ahora lo importante son las fundas cool, capacidad de memoria, discos duros y carcasas para las lap tops.
¡Hoy estamos viviendo el futuro en nuestro presente!
Ahora se cocina en hornos de microondas, se prepara el café en máquinas electrónicas, se pagan servicios apretando un botón que dice “pagar” y se entra a lugares registrándonos con la huella del dedo (¡y que problemas para aquellos como yo que la huella nada mas no pasa!) Los estacionamientos ya no tienen a la persona a la salida que cobra, ahora todo se hace previamente en la maquinita del establecimiento y en algunos casos por medio de una aplicación del celular. ¡Y uuy que problemón si por alguna razón se nos olvida pagar!
¡No hay nadie alrededor para ayudar!
Esta es nuestra realidad, y según parece, hoy estamos viviendo el futuro en nuestro presente.
Antes salíamos a la calle a andar en bici, jugábamos bote pateado, a las estatuas de marfil y a “un dos tres por mi y por todos mis compañeros” ahora que vivimos el futuro en nuestro presente, los juegos son por internet, y el andar en bici por diversión en la calle ya no existe. Antes, los mexicanos nos enorgullecíamos por el trato cálido, el ser físicamente muy cercanos, en saludarnos de beso y abrazo, pero ahora es indispensable mantenernos alejados y con el mínimo contacto físico.
Anteriormente, hablábamos por teléfono y platicábamos, ahora chateamos. Antes se mandaban cartas, luego apareció el fax y ahora todo es por e- mail o whatsapp.
¡Hoy estamos viviendo el futuro en nuestro presente!
Esta pandemia ha causado que nos mantengamos en casa, alejados de los demás, sin frecuentar reuniones como lo hacíamos antes, en mantener una distancia sana entre la gente y definitivamente evitar a toda cuesta el beso, abrazo y demás.
Ahora las reuniones son por esta nueva plataforma electrónica llamada “zoom” donde vemos y platicamos por medio de una pantalla. Las máquinas hacen casi todo el trabajo que anteriormente hacían los humanos.
Hoy en día trabajamos desde casa, con una pantalla de computadora, hacemos ejercicio siguiendo clases en línea, y casi ya no leemos libros impresos, ahora los bajamos de internet. No vamos al cine, ni al teatro ni a conciertos, pero de igual manera, ahora ya todo esta en nuestra computadora y hasta televisión.
Hoy estamos viviendo un futuro en nuestro presente, donde las comidas nos las traen a la casa en vez de ir al restaurante, el supermercado se pide por internet, donde las clases son online, el trabajo es desde la casa, usamos mascarillas de protección, y hasta los doctores nos atienden por video consultas. Se conocen parejas por plataformas sociales y las amistades son consideradas aquellas que dan mas “likes” en nuestras redes sociales.
Pronto, en vez de tomar un taxi a algún lugar en la ciudad, tomaremos una nave espacial que nos llevara a otros planetas.
¡Imagínense!
¡Se podrá ir a Marte a tomar un café, al cine a Saturno y a Venus al salón de belleza!
El ser humano sabe adaptarse, así que a todo nos acostumbraremos.
Esto no es una caricatura del futuro, es toda una realidad.